Aún puedo sentir el olor de ese mes. El sentimiento que me dejó vivir en ese momento, ese lugar, ese espacio. Mi primer concierto; Edgar y yo fuimos juntos a la ciudad para escuchar a una de mis bandas favoritas, era un sueño. Marzo del 2023, yo tenía el pelo morado y estaba enamorada. Edgar y yo escondimos los cigarros en mis botas antes de entrar al concierto. Yo me sentaba a esperar mientras terminaba de escribir el primer diario y veía pasar a las personas. Edgar y yo comimos juntos mientras descansábamos. La primevera llegó, la primavera más calurosa que jamás he sentido en mi vida, pienso en marzo y me da sed. 21 de marzo. Comienzo a escribir el segundo diario y por primera vez dejo que alguien más sea parte de eso al escribir en él. Edgar estaba cansado. Marzo pronto acabaría y yo con él también. Me cansé de tener el pelo morado. No tenía idea de que el mes que venía sería incluso aún más caluroso, más doloroso. Las personas se quedan grabadas en mí como memorias que jamás voy a querer dejar ir. El paso del tiempo es irreversible e irreparable. El concierto terminó. Edgar y yo volvimos a casa.